El aislador elastomérico es instalado en un punto de la fundación donde
lo requiera el ingeniero calculista, donde pueda ser inspeccionado y se les
pueda dar mantención en caso que se requiera. Es por eso que, antes de que se
realice el montaje, se debe desarrollar una inspección visual, es decir,
verificar la limpieza del aislador, en especial de las caras superior e
inferior, lo que tienen suma importancia para este proceso.
Enseguida, se debe comprobar las
cantidades de aisladores, pernos, golillas y el estado de estos (básicamente la
no presencia de corrosión o daños en hilos). Luego en los mangos de fijación
hay que inspeccionar el estado del hilo interior (no deben haber elementos
extraños en su interior y asegurarse que el perno puede completar su recorrido
completo antes de instalar en la armadura). El estado exterior (vale decir la
presencia de algo de corrosión) no afecta su instalación. En cuanto al torque
requerido para los pernos, se debe tener claridad del valor especificado por el
calculista y por ende contar con la herramienta adecuada.
Asimismo, no hay que olvidar que la secuencia de torqueado debe ser
opuesta y alternada (similar a la instalación de un neumático de automóvil). Se
recomienda ir aplicando el valor de torque en forma gradual, vale decir,
dividir el valor total en tres y aplicar en la primera vuelta el 30%, en una
segunda un 60% y dejar para la última el 100% del torque indicado. Por último,
la nivelación y alineamiento debe estar de acuerdo a lo indicado por el
diseñador y calculista del edificio.
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